viernes, 11 de diciembre de 2015

  • Iker Casillas y Xavi Hernández

    El Príncipe de Asturias premia una amistad,formada gracias a los éxitos desde que Casillas y Xavi se proclamaron campeones del Mundial sub’20 en Nigeria en 1999, cuando por encima de la rivalidad de sus equipos se pusieron las bases a una amistad duradera. Hace diecisiete años que sus carreras se cruzaron cuando daban los primeros pasos. El tiempo las ha asentado en los malos momentos.
     Iker y Xavi han sido una  imagen sobre todo en la derrota. De compromiso en el enfrentamiento. Gracias a ellos se calmó la tensión un maratón de clásicos del fútbol español. La final de la Copa del Rey 2011 en Mestalla hizo temblar relaciones entre internacionales españoles. La Supercopa de España acabó con el dedo de José Mourinho en el ojo de Tito Vilanova en la escenificación de un enfrentamiento que a todos se les había ido de las manos.
    Fue el momento en el que el deporte quedó a un lado y salieron a relucir las personas. Casillas tomó la iniciativa, realizó dos llamadas conciliadoras. Y Xavi recogió el guante. Todo un ejemplo.

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